Frecuentemente, los términos homicidio y asesinato se utilizan como si fueran sinónimos. Aunque ambas denominaciones sirven para calificar la muerte de una persona, existen entre ellas notables diferencias

La diferencia entre ambas figuras no estriba tanto en la conducta que se realiza– matar a alguien- sino en cómo se ejecuta la misma:

El homicidio constituye la forma más simple de los delitos contra la vida. Se trata de un “matar genérico”, ya que no se exige la concurrencia de ninguna circunstancia específica en la causación de la muerte. Lleva aparejada una pena de entre 10 y 15 años.

El homicidio se convierte en asesinato cuando en la provocación del fallecimiento de la otra persona se observa alguna de las siguientes circunstancias agravantes:

  • Alevosía. Supone utilizar medios tendentes a evitar la defensa de la víctima, asegurándose así el resultado. Un ejemplo es disparar a una persona por la espalda, para que no tenga posibilidad de esquivar el ataque.
  • Ensañamiento. Existe ensañamiento cuando el autor busca de forma deliberada aumentar el sufrimiento de la víctima. Un ejemplo sería la tortura.
  • Cometimiento del crimen a cambio de una recompensa. Los sicarios. Nuestro ordenamiento advierte la mayor peligrosidad de la profesionalización de la actividad criminal y busca evitarla, atribuyéndole una pena mayor.
  • Cometimiento del crimen para facilitar la comisión de otro delito o evitar ser descubierto. Por ejemplo, cuando se mata a quien tiene conocimiento del hecho delictivo inicial para evitar que lo comunique a las autoridades.

Como ya se habrá deducido, el asesinato trae consigo una pena mayor que el homicidio: entre 15 y 25 años.

Además, hay supuestos específicos en los que el asesinato puede castigarse con pena de prisión permanente revisable para aquellos casos especialmente graves.

La prisión permanente revisable se introdujo en el Código Penal en marzo de 2015 y actualmente solo se ha impuesto en 16 casos.

Entre ellos, por su gran repercusión mediática, podemos citar el ‘caso Diana Quer‘, el descuartizador de Pioz y el asesinato del niño de ocho años Gabriel Cruz por parte de Ana Julia Quezada.

Sobre la prisión permanente revisable, dedicaremos todo un post ya que es un tema bastante complejo.

DIFERENCIAS ENTRE HOMICIDIO Y ASESINATO

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